
La novela de Alexéi Sálnikov relata unos pocos días en la vida de una familia común de Ekaterimburgo, los Petrov, que enferman de gripe. La narración sumerge al lector en un mundo caprichoso donde la realidad se mezcla con visiones febriles y recuerdos. El libro se distingue por su estilo inusual, su humor sutil y una profunda penetración en la psicología de personas comunes en circunstancias extraordinarias.