
El libro narra el viaje personal del reconocido científico Michael Guillen, desde convicciones ateas hasta la fe religiosa. El autor, un investigador profesional, analiza su transformación de la cosmovisión a través del prisma del enfoque científico, examinando la relación entre ciencia y religión, racionalidad y espiritualidad. Guillen comparte reflexiones sobre cómo el conocimiento científico del mundo puede coexistir con la experiencia religiosa.