
La novela de Valeri Priyómikhov relata la vida de adolescentes en la época soviética, centrándose en su amistad, aventuras y proceso de maduración. Los protagonistas —Vitka, apodado «El Tornillo», y Sevka, apodada «La Cocina»— se enfrentan a problemas típicos de su edad, superan dificultades y aprenden a comprender el mundo de los adultos. El autor retrata las personalidades de los jóvenes, sus relaciones y la formación gradual de su carácter con notable sensibilidad y realismo. La obra aborda temas vitales como la amistad, la responsabilidad y la búsqueda del propio lugar en la vida, lo que la hace relevante para lectores de distintas generaciones.