
Esta novela de Vladislav Krapivin narra una historia de amistad, crecimiento y responsabilidad. La trama se centra en la relación entre un hermano mayor y un niño de siete años, quienes atraviesan diversas pruebas y aventuras. Con una calidez asombrosa y una profunda comprensión de la psicología infantil, el autor describe el mundo a través de los ojos de un niño, abordando temas cruciales sobre el entendimiento mutuo entre distintas generaciones.