
Un pan de jengibre común recibió accidentalmente tanto amor que se agrietó. No llegó a la vitrina de la confitería, pero gracias a sus propiedades mágicas, empezaron a ocurrir milagros a quienes lo sostenían. Esta es una historia sobre cómo cada uno de nosotros puede convertirse en un verdadero mago. ¡No es difícil en absoluto!