
Este famoso poema de Alexander Blok, escrito en 1912, es una de las obras más conocidas de la Edad de Plata de la poesía rusa. En una forma concisa, el autor transmite una sensación de desesperanza y la naturaleza cíclica de la existencia, retratando un paisaje urbano lleno de angustia existencial. El poema refleja motivos característicos de la obra de Blok: la soledad y la alienación del ser humano en el entorno urbano.