
Dos comedias inigualables del dramaturgo clásico Nikolái Vasílievich Gógol —*El inspector general* y *Matrimonio*— son espejos ingeniosos que reflejan debilidades, miedos y contradicciones humanas. ¿Podrá el Alcalde (Gorodnichy) manejar la llegada del misterioso inspector y no quedar en ridículo frente al huésped de la capital? ¿Encontrará su felicidad el indeciso Iván cuando todos a su alrededor solo hablan de la boda? La respuesta es casi segura y obvia, porque los personajes de las obras de Gógol están siempre frente a nuestros ojos, y eso solo lo hace más gracioso. Esta obra es una sátira vívida de la sociedad rusa de aquella época, que expone diversos vicios humanos y problemas sociales a través de una galería de terratenientes pintorescos (Manílov, Koróbochka, Nozdriov, Sobakiévich, Pliushkin) y funcionarios. Gógol combina magistralmente lo cómico y lo trágico, creando un retrato multifacético de Rusia.