
El libro ofrece una perspectiva única sobre el desarrollo de la pintura argentina desde 1830 hasta 1970. El autor examina las principales corrientes y tendencias que se formaron en esta región durante siglo y medio. Se presta especial atención a la influencia del arte europeo, así como a la conciencia nacional reflejada en las obras artísticas. Cada capítulo está acompañado de ilustraciones que ayudan a sumergirse en la atmósfera y a comprender el contexto en el que se crearon las piezas. Esta edición, dirigida tanto a conocedores del arte como a aquellos que recién comienzan su acercamiento a la cultura argentina, permite explorar la rica textura y diversidad de los estilos pictóricos de este período.